Mustafa al Kadhimi, quien dirigía los servicios secretos, ha sido elegido por el Parlamento para ocupar el cargo en la madrugada de hoy. No obstante, se ha encontrado con dificultades a la hora de que los parlamentarios aprueben su gabinete en tanto no pertenece a ningún partido. Es así que las carteras de Justicia, Agricultura y Comercio, Petróleo y de Asuntos Exteriores aún están vacantes.
Hasta ahora, los casos de coronavirus en Irak rondan los 2.500 y los fallecimientos alcanzan los 102. El problema central en el país es la precariedad de las infraestructuras sanitarias, resultado de años de conflicto y abandono. A pesar de ello, los diputados fueron convocados en la sede del Parlamento. En este contexto, se implementó un protocolo de seguridad sanitaria que indicaba la obligación de dejar libre un escaño entre cada asambleísta y el uso de una de cada dos filas de la sala. Además, fueron facilitados barbijos y gel desinfectante.
El recién electo Al Kadhimi es el tercer candidato que el presidente iraquí, Barham Salih, propuso al Parlamento desde noviembre, momento en que dimitió Adel Abdelmahdi. El bloqueo político, fundamentalmente causado por la lucha de poder entre los distintos partidos y grupos de interés, llevó a que fuera imposible definir la asignación de ministerios. De este modo, los dos anteriores candidatos a primer ministro no lograron reunir el apoyo suficiente.
En la agenda del nuevo primer ministro se destacan el control de la pandemia, la caída del precio del petróleo y la celebración de elecciones dentro de un período de un año. Este último punto ha sido el reclamo de grupos de ciudadanos que han sacudido al país con repetidas protestas desde octubre de 2019.