En el día de hoy se celebró la asamblea anual de la OMS. El discurso inaugural estuvo a cargo del presidente chino, Xi Jinping, quien remarcó la necesidad de plegarse al trabajo que realiza la organización dependiente de Naciones Unidas así como también de brindar apoyo a países en vías de desarrollo. La reunión de líderes tuvo lugar en medio de acusaciones cruzadas entre China y Estados Unidos respecto del origen del COVID-19.
Países de Occidente han propuesto la realización de una investigación internacional sobre el origen de la pandemia, respecto del cual la comunidad científica considera ocurrió en la ciudad china de Wuhan. China continúa intentando sostener la oposición a dicho proyecto. No obstante, recientemente, Rusia, Turquía y múltiples países de Europa y África se han sumado a la iniciativa estadounidense.
Por otro lado, la asamblea realizada de forma virtual esta mañana también dio lugar a rispideces en torno a la participación de la delegación taiwanesa. Beijing se había opuesto al acceso del territorio disputado al status de miembro observador de la OMS. De igual forma, la tensión se disipó cuando el Ministro de Relaciones Exteriores de Taiwȧn anunció la suspensión del pedido de cambio de status.
Más allá de los conflictos surgidos en torno a la asamblea, Xi Jinping sacó provecho de su discurso y lo utilizó como plataforma para avanzar los intereses chinos en el escenario mundial. En este sentido, anunció la donación de dos billones de dólares destinados a la lucha contra el coronavirus. Asimismo, ofreció la ayuda de China para construir hospitales e infraestructura sanitaria en el continente africano.
También hubo mención de las vacunas, sobre lo cual el mandatario chino afirmó que cualquier vacuna producida por su país será considerada un bien público global y, por ende, será compartida con el resto del mundo. Así, Xi buscó diferenciarse de Trump, con quien mantiene una enconada disputa sobre cuestiones comerciales, tecnológicas y, ahora, también sanitarias.
Por último, el presidente chino afirmó que está dispuesto a aceptar la realización de una investigación con el fin de mejorar la capacidad de respuesta ante futuras emergencias sanitarias. Sin embargo, admitió que tal investigación sólo podrá ocurrir una vez superada la pandemia.
El borrador de la resolución resultante de la asamblea fue presentado por la Unión Europea. En el texto no se hace mención de Wuhan ni de China. El foco del documento está puesto en instar a la OMS a trabajar junto a otras agencias de la Naciones Unidas para identificar el origen zoonótico del virus y su introducción en la población humana, abarcando el posible rol de un intermediario. Tampoco se incluye la posibilidad de revisar el manejo de la crisis en cada país.