La pandemia del coronavirus llevó a una desescalada forzada del conflicto en territorio sirio. En este contexto de relativa calma, Damasco y la oposición lograron acordar la reanudación de las negociaciones para poner fin a una guerra que ya lleva más de nueve años devastando al país. Según informó el mediador de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, ambas partes volverán a sentarse a la mesa en Ginebra.
La negociación es llevada adelante por el Comité Constitucional sirio -formado por representantes tanto del Gobierno como de la sociedad civil, así como también de las fuerzas que apoyan a los grupos rebeldes-. El Comité no ha logrado cosechar avances significativos en más de un año. El objetivo, que llevaría a la paz en Siria, es el acuerdo de una nueva Constitución que permita un llamado a elecciones.
El trabajo del diplomático noruego, el cuarto mediador que intenta contener la guerra y asegurar una paz duradera, se sustenta en la resolución 2254 de 2015 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Ésta insta a las partes en conflicto a buscar una salida política del mismo.
En las negociaciones, será fundamental el diálogo entre Estados Unidos, Turquía, Moscú e Irán, a fin de alentar a las partes a hacer las concesiones necesarias para lograr un acuerdo sostenible y perdurable. Ya han sido varios los intentos de negociación, y la guerra aún continúa. Sólo queda esperar que las reuniones en territorio suizo sean fructíferas y que, finalmente, la ciudadanía siria vuelva a vivir en paz.