El Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, se expresó ayer sobre los planes de anexión impulsados por Netanyahu. En este sentido, Guterres pidió que se abandonen dichos planes dado que suponen una violación a la legislación internacional. Por su parte, el Departamento de Estado estadounidense analiza desde esta semana su posición sobre la cuestión, evaluando si darán “luz verde” a la extensión de la soberanía israelí.
La exhortación del Secretario General tuvo lugar en la apertura de una sesión del Consejo de Seguridad abocada exclusivamente al análisis de los sucesos que ocurrirían el próximo 1 de julio en Medio Oriente. Asimismo, se planteó que las acciones unilaterales por parte de Israel dañarían profundamente las perspectivas de volver a una senda de negociación que culmine en lograr la paz en la región.
Para el enviado de Naciones Unidas para Oriente Próximo, Nickolay Mladenov, la anexión podría alterar de manera irrevocable las relaciones israelo-palestinas socavando más de medio siglo de trabajo diplomático. Además, el ejemplo de Israel podría impulsar cursos de acción similares en otros lugares de alta conflictividad. Para el enviado de la ONU, Israel debe abandonar sus planes y, en conjunto con Naciones Unidas, poner en marcha una nueva iniciativa de diálogo respaldada por el denominado Cuarteto para la Paz en Oriente Próximo: Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea, y las propias Naciones Unidas.
En Europa hay divisiones en torno a los avances de Netanyahu. Por un lado, Austria, Hungría y la República Checa se oponen a la imposición de sanciones que impulsan otros países, entre los que se destaca Francia. No obstante, el rechazo a la posible violación de leyes internacionales es mayoritario y así lo han hecho saber al gobierno israelí tanto Josep Borrell como Heiko Maas -Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, respectivamente-.
Por otra parte, en Washington avalan el plan presentado por la propia administración Trump en el que se autoriza la anexión parcial abarcando centenares de asentamientos judíos y el estratégico valle de Jordán, siempre y cuando se reconozca la existencia de una desmembrado Estado de Palestina. Además, la Casa Blanca exige que haya consenso entre Netanyahu y su opositor devenido socio, Benny Gantz, a fin de garantizar que la anexión se ajustará a los lineamientos estipulados.
Lo que suceda el mes próximo en Israel posiblemente ponga a la vista las tensiones entre Bruselas y Washington. Así, restará observar hasta qué punto Trump avalará el avance israelí sobre el territorio palestino y, a su vez, qué tan dispuestos están los países de Europa a hacer cumplir las normas internacionales a fuerza de sanciones.