El presidente brasileño anunció los resultados del test realizado luego de que presentara síntomas entre el fin de semana y el lunes. En la entrevista con medios televisivos en la que confirmó el resultado positivo, Bolsonaro repasó los síntomas que sintió desde el domingo. Además, insistió en que se encuentra en perfecto estado, volviendo a minimizar la importancia de la pandemia en Brasil.
Fiebre, cansancio, dolor muscular, y algunas otras molestias presentadas por el primer mandatario llevaron a que sus asesores médicos lo sometieran a un nuevo test de coronavirus. Los resultados ya han afectado a su entorno, dado que el sábado había estado presente en las celebraciones por el cuatro de julio en la residencia del Embajador estadounidense en Brasilia, Todd Chapman. Es así que tanto el embajador como el ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Ernesto Araújo, han anunciado que se someterán a la prueba. para descartar un posible contagio.
Desde el Palacio da Alvorada, Bolsonaro defendió el tratamiento con hidroxicloroquina, un medicamento que ha causado controversia por su dudosa efectividad. Afirmó, también, ya haber comenzado dicho tratamiento. Incluso se alejó de los periodistas allí presentes y removió su tapabocas para mostrar a los televidentes que se encuentra en perfecto estado de salud.
Desde que se desatara la crisis sanitaria en Brasil, el presidente ha negado la complejidad y el impacto negativo de la enfermedad. En este sentido, siempre expresó abiertamente su rechazo a las estrategias de confinamiento impulsadas por los Estados federales. En su opinión, el aislamiento social estricto conduce a una paralización de la economía e implica un costo mucho mayor que cualquier consecuencia provocada por el virus dada su incidencia limitada a las personas mayores o con condiciones previas.
En repetidas ocasiones, Jair Bolsonaro participó de eventos masivos relacionándose con terceros sin usar ningún tipo de protección preventiva. Asimismo, en numerosos casos se ha referido al COVID-19 como un pequeño resfrío o una pequeña gripe. La postura intransigente del presidente impactó en el Ministerio de Salud: su primer ministro de dicha cartera se vio obligado a renunciar por defender las pautas aceptadas a nivel internacional sobre el control de la pandemia; su sucesor también debió abandonar el cargo tras haberlo ocupado durante sólo un mes luego de que se volvieron evidentes las divergencias con el Jefe de Estado. Finalmente, Bolsonaro nombró al general Eduardo Pazuello como ministro de Salud a mediados de mayo. Desde entonces, la hidroxicloroquina pasó a formar parte del tratamiento contra el virus en los hospitales públicos del país y las medidas de aislamiento continúan dependiendo de los gobernadores.
Aunque no parece haber indicios de ello sea posible, quizá experimentar el virus de primera mano conduzca a Bolsonaro a moderar su postura y esto, a su vez, a un cambio en la gestión de la crisis sanitaria a nivel nacional.