El primer ministro canadiense compareció por teleconferencia ante un comité de parlamentarios. El liberal de 48 años se enfrenta a una acusación de conflicto de intereses por la firma de un contrato asignado sin licitación entre el gobierno y WE Charity, una organización que aboga por los derechos humanos trabajando fundamentalmente en la promoción educativa de niños desfavorecidos en todo el mundo.
La controversia que está siendo investigada por el comisionado de Ética de Canadá, Mario Dion, surge del vínculo cercano entre la familia del mandatario y el organismo de caridad y la decisión de Ottawa de atribuir al mismo la administración de un programa de becas por 912 millones de dólares. Ante las críticas, WE Charity negó que el primer ministro o sus familiares hayan sido remunerados por asistir a eventos. Asimismo, el contrato fue anulado el pasado 3 de julio cuando Dion anunció que llevaría adelante una investigación al respecto. En la investigación también está implicado el ministro de Finanzas canadiense, Bill Morneau, dado que su hija trabaja en WE Charity.
A pesar de las declaraciones de las autoridades de la organización caritativa, medios canadienses han divulgado información sobre el pago a familiares de Trudeau por su participación en eventos. Desde la oficina del primer ministro respondieron que la familia Trudeau tiene vínculos con múltiples organizaciones y apoyan varias causas que consideran personales por voluntad propia.
La oposición en el Parlamento, liderada por los conservadores, ha pedido por la remoción del primer ministro y su sustitución durante el desarrollo de la investigación. Algunos, han llegado a sugerir que ambos políticos implicados presenten la dimisión para lo cual tanto conservadores como el bloque quebecois podrían poner sobre la mesa una moción de censura.