El Gobierno francés ha solicitado la puesta en pausa del acuerdo comercial convenido en 2019 entre ambos bloques regionales. La decisión es resultado de las consecuencias negativas del pacto -aún pendiente de ratificación- que Francia busca evitar. En este sentido, Emmanuel Macron adelantó que buscará renegociar algunos puntos para garantizar que el acuerdo se adecúe a las demandas sanitarias y al Acuerdo de París.
Según un comunicado de la oficina del primer ministro, Jean Castex, resulta evidente la falta de ambición en materia medioambiental en el texto del acuerdo de asociación. Por caso, el proyecto no contempla la posibilidad de sancionar prácticas que socavan la lucha contra la deforestación en los países del Mercosur. Es así que el Gobierno galo considera su postura coherente y alineada con los compromisos medioambientales asumidos por Francia y Europa en su conjunto.
El informe sobre la situación en los países del Mercosur estima que la deforestación podría acelerarse a una tasa del 5% anual dado el aumento de la demanda de producción de carne bovina destinada a la Unión Europea (UE). Asimismo, el documento proyecta un incremento de las emisiones de dióxido de carbono y gases de efecto invernadero que asciende a entre 4,7 y 6,8 millones de toneladas. Finalmente, el estudio concluye poniendo en duda que las ganancias económicas para las partes compensen los costos climáticos.
En consecuencia, París considera que la renegociación deberá abordar tres cuestiones clave. Primero, que el acuerdo no puede implicar un aumento de la deforestación. En segundo lugar, las políticas públicas de los socios sudamericanos deberán estar de plena conformidad con los lineamientos establecidos en el Acuerdo de París. Por último, los productos importados por la UE desde el Mercosur deberán adecuarse a las normas sanitarias y medioambientales de la comunidad europea.
El tratado ha generado dudas en distintas capitales de Europa y los líderes del viejo mundo primero buscarán llegar a un acuerdo entre ellos y luego presentar sus opciones a las contrapartes del Cono Sur. Quizá sea tiempo de que los miembros del Mercosur hagan uso de las ventajas que guarda la acción conjunta y también negocien parámetros aceptables para las condiciones de la industria local que puedan ser presentados ante Bruselas en la próxima ronda de negociaciones.