Hace un tiempo el primer ministro, Justin Trudeau, aseguró que juzgar si algunas provincias canadienses han gestionado mal la pandemia de coronavirus era un despropósito. Ahora, con la presión de un nuevo aumento en el reporte de contagios, Trudeau ha mostrado una postura diferente.
Aunque sin apuntar contra ningún mandatario provincial en particular, el jefe de Gobierno planteó que espera que no haya líderes en el país que desestimen la urgencia de la situación ni flexibilicen el control de la salud pública. Según la ministra de Salud, Theresa Tam, las proyecciones indican que el país podría registrar alrededor de 10.000 nuevos casos por día en los primeros días de diciembre. Estas cifras significan una quintuplicación del pico máximo de la denominada “primera ola”.
Mientras que la ola de contagios de la primavera golpeó fundamentalmente a Ontario y Quebec, con la llegada del frío invernal los nuevos contagios se registran en mayor número en las provincias occidentales. Éstas habían sido ejemplos de combate contra el COVID-19. Actualmente Manitoba es la provincia con más casos per cápita en todo el país.
La provisión de salud pública es una responsabilidad de los gobiernos provinciales. No obstante, cuando surgieron los primeros casos de coronavirus las provincias canadienses actuaron de manera coordinada. El cierre de comercios no esenciales, escuelas y la campaña para instar a la ciudadanía a permanecer en sus hogares integraron la estrategia del “Team Canada”. El gobierno federal únicamente trabajó en la provisión de apoyo para las empresas y comercios que permanecieron cerrados a causa de las medidas sanitarias.
Las diferencias entre provincias en los niveles de gravedad de la situación sanitaria han socavado la unidad de la respuesta contra el coronavirus. Se evidencia una tendencia hacia el parroquialismo en las decisiones de los gobiernos provinciales. Aún queda pasar el invierno, donde el clima fuerza a la gente a permanecer en espacios cerrados y las celebraciones navideñas podrían propiciar la expansión del virus. Quedará esperar para observar si Trudeau decidirá tomar un rol más activo y central para hacer frente al desafío que hasta ahora habían sorteado las provincias.