Los cuatro países más afectados por la llegada de inmigrantes al continente europeo presentaron un documento conjunto en el que se oponen al proyecto de acuerdo propuesto por la Comisión Europea e impulsado por la Canciller alemana, Angela Merkel. Los presidentes Giuseppe Conte, Pedro Sánchez, Kyriakos Mitsotakis y Robert Abela consideran insuficiente el pacto migratorio. En este sentido, identifican falencias en la garantía de una responsabilidad compartida de la gestión de los flujos migratorios irregulares así como también en la consideración por las asimetrías resultantes de la realidad geográfica.
El proyecto de la Comisión Europea reduce los niveles de solidaridad entre los países de la Unión en materia migratoria en la medida en que habilita a cada Estado a decidir según su conveniencia los mecanismos aplicados para administrar la inmigración. Así, podrán elegir reubicar a los migrantes, apoyar logísticamente a los países con mayor presión migratoria y ocuparse del financiamiento y la gestión de las expulsiones.
Para los cuatro presidentes del Gobierno, el documento que busca aprobar la Comisión resultaría en la creación de centros de detención de migrantes y solicitantes de asilo en ubicaciones fronterizas. Se apoyan en los ejemplos de la isla de Lesbos en Grecia y la isla Lampedusa en Italia. También remarcan la creciente presencia de migrantes en las islas Canarias. Dada su condición insular, dichos lugares albergan a los migrantes que los países continentales se rehúsan a dejar ingresar al continente.
Desde Berlín aspiran a lograr un pacto en el Consejo de la Unión Europea antes de fin de año. De este modo, se podrá avanzar hacia la negociación con el Parlamento Europeo en 2021. El objetivo es dejar atrás el fracaso de la crisis migratoria de 2015, cuando los países de Europa establecieron el reparto de cuotas de recepción de los cientos de miles de migrantes sirios que escaparon de la guerra en Medio Oriente. El esquema fue incumplido por la mayoría de los países y tan solo uno de cada cinco solicitantes de asilo logró desplazarse legalmente desde Grecia e Italia hacia otros países de la UE.
Italia, España, Grecia y Malta exigen a la UE un mecanismo solidario que garantice la contribución de todos los Estados miembros y establezca cursos de acción predecibles y permanentes. Asimismo, denuncian la ingenuidad de la Comisión dado que el proyecto plantea que sólo podrán ingresar aquellos migrantes que posean derecho al asilo o presenten toda la documentación requerida. La migración irregular queda completamente por fuera de lo negociado y son estos cuatro países los más afectados por los flujos migratorios informales.