La cumbre celebrada esta semana en Bruselas reunió a la presidente de la Comisión Europea y al primer ministro británico. A pesar de la voluntad de arribar a un acuerdo -al menos en lo discursivo-, el encuentro demostró que aún persisten grandes diferencias entre las partes.
Tras la infructuosa cena de trabajo del miércoles, Boris Johnson y Ursula Von der Leyen establecieron un plazo que vence el próximo domingo para cerrar el acuerdo comercial de cara a la etapa post-Brexit. Esta tiene fecha de inicio: el 1 de enero de 2021. Tanto Johnson como Von der Leyen buscan evitar una ruptura drástica de los vínculos comerciales una vez que se concrete la salida del Reino Unido de la Unión.
Las negociaciones técnicas, lideradas por Michel Barnier en el lado europeo y por David Frost para Gran Bretaña, se vieron interrumpidas el lunes pasado en la medida en que ninguno de los puntos en disputa pudieron ser resueltos. Tras nueve meses de negociaciones, los avances se han desacelerado.
Tres son los puntos más controversiales que aún quedan por acordar: las garantías sobre la competencia desleal, los mecanismos de arbitraje en caso de disputa y las cuotas pesqueras para embarcaciones de bandera europea en aguas de jurisdicción británica.
Durante la jornada de hoy y mañana, los líderes de Europa se reunirán para una cumbre europea en la que el Brexit seguramente no ocupará gran parte de la agenda. En este sentido, es posible que Von der Leyen presente un informe sobre el estado de las negociaciones y que los 27 dediquen el encuentro a otras cuestiones.
En caso de no lograr un acuerdo, el comercio de bienes entre el Reino Unido y los países de Europa se verá sometido a aranceles, cuotas de importación y otras limitaciones aduaneras que impactarán de forma negativa en la fluidez del vínculo entre ambos lados del Canal de la Mancha.