Los cuerpos fueron encontrados por el ejército turco. El Gobierno de Recep Tayyip Erdogan asegura que los fallecidos, entre los que se encuentran soldados, civiles, agentes de inteligencia y miembros de la policía secuestrados en 2015, fueron ejecutados por el PKK. En cambio, el grupo armado insiste que fueron víctimas de las bombardeos aéreos de las fuerzas turcas.
De acuerdo con el comunicado difundido por el PKK, el Ejército turco lanzó un ataque terrestre contra la base del grupo guerrillero en Gare, ubicada entre la frontera turca y la ciudad iraquí de Mosul. A continuación, el campamento fue bombardeado durante tres días. Ello, sumado a las batallas libradas dentro y fuera de la base guerrillera resultaron en la muerte de los rehenes. Según el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, fueron los miembros del PKK quienes ejecutaron a los rehenes antes de que la operación militar se hiciera con la base de Gare. Los cuerpos fueron recuperados y serán sometidos a autopsias en Turquía.
El Ejecutivo que lidera Erdogan ha sido ampliamente criticado por la postura asumida ante la situación de los secuestrados por el PKK y su política de no negociación con el grupo armado. En este sentido, se ha cuestionado la pasividad del Gobierno a la hora de lograr la liberación de rehenes y prisioneros desde 2015, momento en que se rompieron las negociaciones de paz con los insurgentes kurdos.
En los últimos años, las operaciones turcas contra el PKK se han extendido a Irak y Siria. El objetivo es repeler los ataques transfronterizos. En 2019, los esfuerzos de Ankara incluyeron una operación en el norte de Siria contra fuerzas krudosirias que peleaban en alianza con Estados Unidos. La operación actual comenzó el pasado 10 de febrero y se ha concentrado en la región más próxima a la frontera turca. El ministerio de Defensa ha comunicado la muerte de tres soldados turcos y la muerte o captura de decenas de militantes kurdos.
La presión del Gobierno de Erdogan sobre el pueblo kurdo no se limita a las operaciones militares. Al interior de Turquía algunos políticos y distintos medios de comunicación han sido acusados de apoyar al PKK a fin de justificar su censura o persecución.