El diario de tirada periódica, Apple Daily, dejará de publicarse a partir de este sábado. El Gobierno hongkonés congeló las cuentas bancarias de la institución tras haber detenido a sus principales directivos. Aunque el diario resistió a las presiones de las autoridades que responden a Pekín, ya no puede financiar sus gastos. El cierre constituye un duro golpe a la libertad de prensa en el territorio autónomo.
La decisión de poner fin a las operaciones sería anunciada el próximo viernes. Sin embargo, la detención del principal redactor de editoriales, Yeung Ching-kee, en el día de hoy forzó un anuncio adelantado. Yeung fue arrestado bajo acusación de colaborar con fuerzas extranjeras, uno de los delitos contemplados en la Ley de Seguridad Nacional aprobada en la excolonia británica por el Gobierno chino. La pena podría llegar hasta la cadena perpetua.
El jueves pasado, cinco directivos fueron arrestados en un allanamiento a la sede del Apple Daily. A su vez, se congelaron las cuentas bancarias del diario, por lo que no puede acceder a los fondos necesarios para pagar los salarios de sus empleados. En agosto de 2020, el propietario del medio de comunicación, Jimmy Lai, ya había sido detenido por delitos establecidos en la misma Ley de Seguridad Nacional. Actualmente, Lai cumple una condena de más de un año por su participación en las protestas contra Pekín de 2019.
Apple Daily no sólo dejará de imprimirse, sino que también se suspenderá la actualización de su versión digital. La versión en inglés dejó de funcionar ayer, mientras que la versión e idioma local, al igual que la edición impresa, dejará de estar disponible a partir del sábado.
El cierre definitivo del periódico fundado hace casi tres décadas da cuenta de la fragilidad de la situación en Hong Kong, cuya autonomía debía ser garantizada por China al menos hasta el año 2047. En este sentido, las asociaciones civiles se vieron obligadas a suspender la tradicional vigilia del 4 de junio en memoria de la matanza de Tiananmen en 1989. Asimismo, se ha cancelado la marcha en contra del avance de Pekín, celebrada cada 1 de julio desde 2003.