Una investigación internacional sacó a la luz que el Gobierno de Narendra Modi, el primer ministro indio, utilizó una herramienta de vigilancia y ciberespionaje para infiltrar los teléfonos móviles de al menos siete ciudadanos indios. El análisis forense de los dispositivos comprobó que los afectados representan una fracción reducida de lo que podría constituir una red de vigilancia.
Más de mil números telefónicos ubicados en India figuran en la lista que incluye a quienes están sujetos a vigilancia por parte de la cartera de clientes del Grupo NSO. La empresa de origen israelí provee el spyware conocido como Pegasus exclusivamente a agencias gubernamentales. En principio, la herramienta tiene por objetivo combatir el terrorismo y otros crímenes de gravedad.
En el listado divulgado se encuentra Rahul Gandhi, el líder de la oposición en India y principal rival de Modi. Asimismo, Ashok Lavasa, un funcionario electoral considerado un obstáculo para el oficialismo, y M. Hari Menon, el jefe de la oficina local de la Fundación Bill y Melinda Gates, integran dicha lista. Periodistas, activistas, políticos opositores y funcionarios de jerarquía, empresarios, especialistas en salud pública, tibetanos exiliados y diplomáticos extranjeros también están incluidos en el documento. Es así que ha aumentado la preocupación respecto a la erosión de las libertades civiles en el país asiático.
La investigación liderada por el Washington Post, la organización de periodismo sin fines de lucro Forbidden Stories y Amnistía Internacional pudo identificar a los titulares de 300 números listados. No obstante, se desconoce cuántos de los números fueron efectivamente seleccionados como objetivos de vigilancia. Hasta ahora tampoco ha sido posible averiguar cuántos de los teléfonos apuntados pudieron ser hackeados.