Un temporal ha causado graves inundaciones en el centro de China. Casi un millón de personas han sido evacuadas a raíz de las precipitaciones de las últimas 72 horas. Éstas alcanzaron los niveles de las lluvias de todo un año. Pekín ha movilizado al Ejército ante la amenaza de una catástrofe en las dos represas ubicadas a las afueras de Zhengzhou y Luoyang, en la provincia de Henan.
Barrios enteros están inundados, los vehículos quedaron sumergidos, y los hospitales anegados y sin electricidad. A su vez, las estaciones de transporte subterráneo han quedado llenas de agua y cientos de pasajeros se vieron atrapados dentro de los vagones. Una docena de personas fallecieron en una de la líneas de subte inundadas y otros 500 pasajeros pudieron ser rescatados.
Las lluvias han causado el desbordamiento de varios cauces pertenecientes a la cuenca del río Amarillo. La situación de un número de embalses y represas mantiene en alerta a las autoridades chinas. Mientras las estructuras de contención de dos represas se han agrietado por la presión del agua, muchos otros podrían desbordarse.
Henan es uno de los principales centros logísticos del país asiático. Allí se encuentran grandes empresas de telecomunicaciones y plantas de la industria automotriz. Muchas se han visto obligadas a suspender la producción y albergar a sus empleados. Los habitantes de Zhengzhou han encontrado refugio en bibliotecas, museos, cines y sus oficinas. El hospital de la universidad local debió relocalizar a 600 pacientes en estado crítico ante la falta de energía y suministros.
La situación es un golpe para Pekín, enfocado en la recuperación económica tras la pandemia de coronavirus. Ante este escenario, el presidente Xi Jinping exigió a las autoridades locales dar suma prioridad a la seguridad de la población y de sus bienes y propiedades. A su vez, instó a que se extremen las medidas de protección contra las inundaciones.