Una de las grandes preguntas que el mundo se hace por estas horas es si los talibanes que volvieron a tomar control de Afganistán son los mismos de hace 20 años o si se han moderado. Es imposible obtener esa respuesta hoy, pero las primeras declaraciones públicas de la cúpula que tomó el poder apuntan a lo segundo.
En rueda de prensa, el flamante gobierno afgano aseguró que las mujeres no deben temer porque se respetarán sus derechos, y que no habrá venganza con opositores ni con quienes colaboraron con las fuerzas internacionales en las últimas dos décadas. «Todas las fuerzas que han luchado contra nosotros han sido indultadas», aseguró Zabihullah Mujahid, portavoz de los talibanes. Sin embargo, dejó en claro que todo se ejecutará en el marco de la Ley Islámica, lo que abre un amplio margen de incertidumbre.
Cabe señalar que hace 20 años los talibanes impedían a las mujeres trabajar, estudiar, salir de sus casas sin compañía de su esposo o hermano, mostrarse por las ventanas de las casas, usar maquillaje o tacos, practicar deportes, aparecer en medios públicos, entre otras cosas. También eran azotadas si no vestían con burka o mostraban los tobillos. El mundo ha cambiado, la sociedad afgana no ha sido la excepción, y parece difícil que esta vez los talibanes avancen con este tipo de medidas.
En última instancia, el portavoz aseguró que la comunidad internacional debe estar tranquila porque el nuevo gobierno afgano no será territorio para agrupaciones que quieran dañar a extranjeros, en clara referencia al rol protector que el Talibán cumplió con Al Qaeda en el cambio de siglo.