Alexander Schallenberg, el nuevo Jefe de Gobierno austríaco, seguirá la línea de Kurz. Este último permanecerá a la cabeza del partido democristiano mientras que Schallenberg continuará con el gobierno en coalición con Los Verdes. Kurz dimitió el último sábado en medio de un escándalo de corrupción que derivó en una crisis política.
Hasta el lunes, Schallenberg ocupaba el cargo de ministro de Exteriores. Este fin de semana, la investigación de la justicia austríaca puso en jaque a Kurz. A raíz de ello, los socios de la coalición pertenecientes al partido Verde exigieron el apartamiento del ahora ex canciller.
Alexander Van der Bellen, presidente de Austria, destacó en la ceremonia de nombramiento de Schallenberg, que el Ejecutivo deberá hacer frente a grandes desafíos vinculados a las consecuencias socioeconómicas de la pandemia, la aprobación del presupuesto para el año próximo y la lucha contra el cambio climático. Asimismo, el nuevo canciller deberá reconstruir la confianza entre la población.
Por su parte, Schellenberg afirmó que trabajará para llevar adelante iniciativas del programa de gobierno de Los Verdes así como también para dejar atrás la crisis política de las últimas semanas. Además, confirmó que trabajará estrechamente con el excanciller, a quien considera inocente de los cargos por los que está acusado.
Kurz ha insistido repetidamente que las acusaciones de la Fiscalía Anticorrupción son erróneas. El exmandatario está acusado de malversación de fondos y soborno asociados a la compra de una cobertura informativa favorable al gobierno y con encuestas de opinión manipuladas difundidas por distintos medios del país.
La oposición, conformada por los socialdemócratas, la ultraderecha y los liberales, considera insuficiente la salida de Kurz. Para estas agrupaciones, Schallenberg es parte del sistema que dirige su predecesor y fue propuesto por él mismo. A su vez, Kurz seguirá al frente del partido como portavoz parlamentario.