Esta semana los partidos de la oposición chilena avanzaron en su pedido de impeachment contra el presidente Piñera, quien está involucrado en los Pandora Papers. El mandatario y empresario multimillonario ha negado todas las acusaciones de conducta financiera indebida.
La bancada opositora en el Congreso chileno se hizo de documentos que detallan la operación de venta de una compañía minera en 2010. Los hijos del presidente figuran entre los propietarios de dicha empresa. Además, una firma off-shore a nombre de Carlos Alberto Délano realizó la compra de “Dominga” por 138 millones de dólares. Délano es un empresario chileno y amigo cercano de Piñera.
La semana pasada, la Fiscalía General de Chile anunció la apertura de una investigación al respecto. La Justicia pretende analizar si la transacción de compraventa implicó evasión impositiva y/o sobornos. Con el respaldo de la investigación oficial, el diputado Tomás Hirsch presentó este miércoles la acusación contra Piñera en la Cámara Baja del Congreso. La acusación constitucional requiere aprobación por mayoría de dos tercios de cada cámara para proceder con el juicio político.
Al presentar su acusación, Hirsch declaró que el presidente chileno sacó provecho de su cargo en beneficio de sus negocios personales. En la misma línea se expresó el democratacristiano Gabriel Ascencio, aludiendo que Piñera usó su poder político para avanzar sus intereses personales por sobre el bien común. Ascencio también agregó que esa conducta no se corresponde con el tipo de líder que Chile merece.
La venta de la empresa minera, Dominga, se concretó a los nueves meses de que Piñera asumiera la presidencia en 2010. El jefe de Estado ha afirmado que se desentendió de los negocios familiares al tomar posesión de su cargo en el Palacio de la Moneda. Aunque Piñera no es candidato, la situación seguramente impactará en las elecciones presidenciales y legislativas previstas para el próximo mes