Desde el final de la Guerra Fría, el foco principal de la agenda internacional estuvo puesto en Medio Oriente. Las disputas propias de la región, sumadas a las enormes reservas de gas y petróleo, hicieron que los grandes conflictos internacionales se vincularan con Medio Oriente. Cuestiones como la causa palestina, el terrorismo islámico y las sucesivas guerras en Siria, Irak y Afganistán, hicieron que el mundo viviera con su foco en Medio Oriente.
Hoy la situación parece ser distinta. La salida de Estados Unidos de Afganistán quizá así lo manifieste. Ante el crecimiento de China, y considerando su actual y potencial influencia en todo el mundo, el foco de atención de la agenda internacional está migrando hacia el Pacífico. China sale al mundo desde el Pacífico, por lo que, para seguir de cerca al gigante asiático, es imperioso tener influencia en la región. Allí, diversas cuestiones son recurrentes en la agenda internacional.
Por un lado, la amenaza de Corea del Norte siempre está latente. Si bien poco se sabe del régimen de Kim Jong-un, su amenaza sobre Corea del Sur y, potencialmente, sobre Japón y territorios estadounidenses, está viva. En lo que va del año, ya realizó cuatro lanzamientos de misiles, a modo de prueba, y como señal para sus vecinos. Desde el fracaso de las negociaciones con Trump en 2019 y el acercamiento a su vecino del Sur, Corea del Norte vuelve a mostrarse amenazante. El régimen suele tensar la cuerda en el marco de negociaciones y se duda de su real disposición a generar males mayores en la región, pero la posibilidad siempre está latente.
La reciente alianza entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos (AUKUS), es una manifestación más del creciente interés occidental en la región. Los tres países conformaron una alianza de seguridad cuyo objetivo principal es defender, de forma conjunta, sus intereses en la zona del Indo-Pacífico. Ello necesariamente implica poner un freno a las ambiciones expansionistas de China en la región. Principalmente, el AUKUS permitirá a Australia reforzar su flota de submarinos nucleares. Esta alianza convivirá con una preexistente, el Quad o grupo de Diálogo Cuadrilateral, integrado por India, Japón, Australia y Estados Unidos. Éste consiste en un espacio de articulación de políticas en materia de seguridad en el sudeste asiático.
Por último, el avance chino sobre Taiwán y Hong Kong es un termómetro claro de la disponibilidad del gobierno de Xi Jinping a avanzar sobre la región con un sistema político autoritario. Estados Unidos sigue de cerca la cuestión, y amenaza sutilmente con el reconocimiento oficial de Taiwán como país, lo cual tensaría la cuerda con China de una manera, quizá, irreversible.