Una investigación de la oficina antifraude de la Unión Europea (OLAF) sobre las devoluciones en caliente de migrantes propició la dimisión de Fabrice Leggeri. El informe desató un escándalo sobre la gestión de la migración en el bloque comunitario. El director ejecutivo de Frontex ocupaba el cargo desde 2015.
Leggeri había sido reelegido para permanecer al mando de la cúpula del organismo con sede en Varsovia en 2019. Sin embargo, se vio obligado a presentar su renuncia por escrito luego de una dura audiencia ante el Consejo de Administración de la agencia. Ésta fue aceptada en una reunión del órgano celebrada días atrás. La Comisión Europea tomó nota de la decisión y remarcó su compromiso con la mejora continua de Frontex. Asimismo, propuso a la vicedirectora ejecutiva, Aija Kalnaja, asumir la dirección transitoriamente.
La caída de Leggeri fue todo menos repentina. Poco tiempo después de su reelección comenzaron a aparecer evidencias sobre casos de devoluciones ilegales en las fronteras europeas en distintos medios internacionales. Desde 2020 a esta parte, la desconfianza sobre las capacidades de la dirección de Frontex para controlar la situación fue en aumento. En consecuencia, ya a fines de marzo pasado el consejo del organismo suspendió algunas de las facultades de la dirección ejecutiva.
La investigación de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) comenzó en 2021 y puso el foco en las sospechas de acoso, mala conducta y devoluciones en caliente de migrantes por parte del equipo de Leggeri. Aunque aún no se ha hecho público el informe final, el director de la OLAF Ville Itälä hizo una presentación confidencial ante el Parlamento Europeo en febrero de este año.