El proceso electoral colombiano está atravesado por la violencia. El país todavía no logra dejar atrás los vestigios de la guerra intestina habiendo pasado cinco años del acuerdo con las FARC. La Misión de Observación Electoral que supervisará las elecciones de domingo 29 de mayo reportó que hay múltiples zonas del país con medio y alto riesgo por factores de violencia.
Durante las últimas semanas repuntó la actividad de los grupos armados ilegales. Se registraron casi 750 acciones armadas y 580 amedrentamientos desde comienzos de este año. El Ejército de Liberación Nacional y el Clan del Golfo son la guerrilla y el grupo narcotraficante más activos, respectivamente.
El clima de inseguridad abarca el asesinato de líderes sociales, activistas ambientalistas, exmiembros de las FARC. A ello se agregan los desplazamientos y confinamientos masivos. Más de 6.000 han sido desplazadas y han ocurrido 13 confinamientos que afectaron a 25.000 personas.
Todos los candidatos para suceder a Iván Duque son hombres. Gustavo Petro es el favorito de la izquierda mientras que Federico Gutiérrez encabeza la lista de la derecha. Además, compiten el independentista Rodolfo Hernández y el centrista Sergio Fajardo.