Ulf Kristersson, líder del Partido Moderado de Suecia, anunció que ha conseguido formar un Gobierno de coalición minoritario en alianza con los Demócratas Cristianos y los Liberales. El bloque de derecha había conseguido la mayoría en las elecciones celebradas el 11 de septiembre. El ultraderechista Partido Demócrata de Suecia, de corte populista y xenófobo, es la segunda fuerza en el parlamento. Aunque no contará con miembros en el nuevo Ejecutivo, sí ha apoyado y participado del acuerdo entre las cuatro fuerzas del bloque. Es la primera vez que el partido liderado por Jimmie Akesson tendrá influencia directa sobre las decisiones del Gobierno.
Las negociaciones se enfocaron en siete agendas prioritarias: inmigración, educación, sanidad, energía, medioambiente, economía, y derechos y libertades. El pacto de la coalición consta de más de 60 páginas y servirá de guía para Kristersson, quien se prevé que consiga el apoyo del Parlamento para encabezar el próximo gobierno sueco. Entre otros puntos acordados, Akesson subrayó la centralidad de la reducción de las cuotas de refugiados y solicitantes de asilo. También se prevé la creación de centros de tránsito para migrantes en proceso de aprobación de sus respectivas peticiones de asilo. Los ultraderechistas no tendrán a cargo ninguna cartera ministerial, pero sí contarán con funcionarios en agencias públicas que consideran clave. De este modo, podrán ejercer una supervisión directa de la implementación del programa de políticas públicas acordado esta semana.
En materia de educación, los Liberales dirigidos por Johan Pehrson han tomado la iniciativa. Entre otras medidas, se buscará garantizar un acceso más igualitario a la escolaridad y la formación académica, aunque con ciertos límites para las ayudas financieras que provee el Estado. También se destaca la necesidad de redoblar esfuerzos en materia educativa para reducir los niveles de criminalidad entre jóvenes y adolescentes en el país escandinavo.
Por último, la líder de los Demócratas Cristianos Ebba Busch anunció que el nuevo Gobierno trabajará en la apertura de nuevas plantas de energía nuclear con el objetivo de completar la transición hacia el 100% de energía libre de combustibles fósiles. Para hacer frente al cambio climático y reducir al mínimo el impacto de la transición energética en las finanzas de la ciudadanía, la coalición apostará a construir nuevos reactores nucleares con un presupuesto de alrededor de 37 mil millones de euros.