El 8 de mayo de 1945 la Alemania nazi, ya destruida, firmaba la rendición definitiva luego de que el ejército soviético y los aliados occidentales triunfaran sobre las fuerzas de Hitler hasta en la propia Berlin. Ese día, hace 75 años, comenzaba la reconstrucción de una Europa devastada, que había registrado 50 millones de muertes durante el conflicto. El final de la guerra se dio tres meses después, cuando Estados Unidos acabó con la rebeldía japonesa con las bombas de Hiroshima y Nagasaki.
Ante las nuevas versiones nacionalistas que aparecieron en la sociedad y en la política alemanas en los últimos años, en el el acto conmemorativo realizado hoy en Berlin, el presidente Frank Walter Steinmeier, acompañado por la canciller Ángela Merkel, aseguró que «ahora debemos liberarnos nosotros mismos, de la tentación de un nuevo nacionalismo, de la fascinación del autoritarismo, de la desconfianza, el aislamiento y la hostilidad entre las naciones; del odio y la agitación, de las xenofobia y el desprecio a la democracia, porque no son sino los viejos espíritus malignos en un nuevo ropaje».
Steinmeier también hizo un llamado a la unidad europea: «Debemos mantener a Europa unida», dijo el presidente alemán, para luego agregar que «debemos pensar, sentir y actuar como europeos” al momento de enfrentar a la pandemia del coronavirus que afecta hoy a todo el mundo, pero de manera muy particular a Europa.
Hoy Europa se enfrenta a una nueva reconstrucción, pero en condiciones muy diferentes. El COVID-19 ha puesto a los principales países del continente ante el desafío de reconstruir su economía. Alemania es el país central de la Unión Europea, y el que más exitoso se mostró ante la pandemia, con una gestión liderada por Ángela Merkel que se transformó en ejemplo para el continente.
Con información de: DW.