El próximo 29 de marzo Reino Unido dejará de ser parte de la Unión Europea, con acurdo o sin él. Pero tanto el gobierno de Theresa May como las autoridades europeas continúan trabajando para lograr un acuerdo que permita una salida ordenada, bajo la premisa de que la peor definición es la salida de RU sin acuerdo.
Al momento, la cláusula sobre la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda es una de las cuestiones más conflictivas. La Unión Europea no cede y se encargó de recordar que la permanencia de una frontera libre entre los dos países es “innegociable”.