Los ministros de Finanzas de la Unión lograron firmar un pacto para que Bruselas destine fondos con el objetivo de contribuir a la superación de la crisis desatada a causa del coronavirus. El pacto clave entre Francia, Alemania, España, Italia, los Países Bajos y Portugal permitió que se aprobara el paquete de emergencia de más de medio billón de euros.
El bloqueo en las negociaciones duró semanas, pero España e Italia lograron que La Haya cediera y, de ese modo, el acceso a los fondos no estará condicionado a ningún programa de ajustes o reformas. Asimismo, acordaron la creación de un fondo para la recuperación económica que deberá ser analizado por los jefes de Estado y Gobierno en la próxima cumbre.
El paquete de emergencia consensuado por el Eurogrupo busca ser una triple red de seguridad que abarque a gobiernos, empresas y trabajadores. En este sentido, el fondo de rescate de la Unión (el Mede), podrá ser utilizado por aquellos gobiernos que vean un rápido deterioro de sus finanzas públicas. Las cifras del préstamo podrán alcanzar hasta el 2% de PBI del país que lo solicite. La única condición es que los fondos sean destinados a gastos sanitarios derivados de la crisis del COVID-19.
Por otro lado, el Banco Europeo de Inversiones destinará 200.000 millones de euros a la ayuda a empresas, con el foco puesto en las PyMEs. Mientras tanto, la Comisión Europea emitirá bonos que servirán para financiar programas que eviten los despidos masivos en los 27 países de la UE.
Parece que la Unión responde mejor bajo presión. Ahora el camino se ha allanado lo suficiente para que los gobiernos trabajen en pos de la recuperación de sus economías y, de ese modo, también de la recuperación de la economía global.