El Estado norteamericano de California está sufriendo uno de los incendios más mortíferos de su historia. El fuego arrasó el viernes y el sábado con la localidad de Paradise, dónde fueron hallados entre el domingo y el lunes 19 cadáveres, lo que eleva la cifra provisional a 42. Y cinco días después de comenzar el incendio, todavía hay 200 personas que están siendo buscadas.
El fuego ya arrasó 45.000 hectáreas y destruyó 6.700 construcciones, la gran mayoría viviendas, y decenas de miles de personas permanecen bajo orden de evacuación obligatoria. El llamado “Camp Fire” es, además de los muertos, el incendio que ha provocado más destrucción material desde que se tienen registros.
Según los expertos, cuando el fuego se inició el 8 de noviembre, éste se extendió a una velocidad sin precedentes hacia las zonas boscosas, de allí la razón de su voracidad. Además, los incendios en California están quemando más tierras, destruyendo más casas y matando a los residentes, ya que la región está cada vez más caliente y más seca porque tampoco llueve lo suficiente.
Con información de: El País (España).