Luego de anunciar los resultados positivos en el test de coronavirus hace casi tres semanas, el primer ministro británico ha sido hospitalizado durante el fin de semana. La decisión de trasladarlo desde el número 10 de Downing Street a la unidad de cuidados intensivos de un hospital londinense es consecuencia del empeoramiento en el estado del mandatario. Actualmente, Johnson recibe oxígeno, aunque no está con respirador.
El ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, ha tomado el mando del gobierno de manera provisional. Raab, hizo declaraciones ante la prensa para llevar un mensaje de tranquilidad afirmando que “el Gobierno sigue adelante con su tarea. El primer ministro está en manos seguras y nosotros nos mantenemos detrás de él con increíble espíritu de equipo”.
Los medios ya consideran la posibilidad de que el estado de salud del jefe de Gobierno le impida continuar dirigiendo el mismo. La insistencia por parte del gabinete sobre la aptitud de Johnson para continuar con su trabajo desde el hospital alimentan las dudas. En este sentido, el Jefe de Gabinete, Michael Gove, rechazó la posibilidad de la conformación de un gobierno de unidad nacional que reúna a su partido con los laboristas. No obstante, destacó la actitud ejemplar de la oposición en el apoyo al esfuerzo nacional para enfrentar al coronavirus.
Por otro lado, el caso del primer ministro refuerza el mensaje de aislamiento social preventivo al que está sometida la población británica en el marco de la situación sanitaria del país: más de 50.000 contagios y más de 5.000 muertes.