El presidente chino, Xi Jinping, presidió este martes la inauguración del mayor viaducto del mundo en mar abierto, diseñado para integrar aún más las regiones semiautónomas de Hong Kong y Macao con la China continental. La obra ve la luz tras años de retrasos y sobrecostos, pero constituye una pieza clave de la unión territorial, comercial y económica del sur de China.
Para su construcción se emplearon 400.000 toneladas de acero, el equivalente a 60 torres Eiffel, que se reparten entre los 55 kilómetros de longitud del viaducto, de los que 30 kilómetros están levantados sobre mar abierto y 6,7 componen un túnel subterráneo instalado en las aguas del sur de China que permitirán que buques de mercancías y barcos de amplia envergadura sigan circulando.
Ideado para unir las ciudades del sur del Delta del río Perla, el macro proyecto –que costó 15 mil millones de dólares- arranca en la isla de Lantau de Hong Kong, en paralelo al aeropuerto de la ciudad, y concluye en una isla artificial construida entre Macao y Zhuhai donde se encuentran los controles migratorios y desde donde salen barcos y canales subterráneos urbanos.
Con información de: La Vanguardia / The Washington Post.