El encuentro del último viernes entre Kim Jong-un y Moon Jae-in disparó tanta expectativa como incertidumbre sobre el futuro del conflicto en la península de Corea. ¿Por qué Kim decide abandonar su desarrollo nuclear luego de tener al mundo en vilo durante años? ¿A qué se comprometió efectivamente el líder norcoreano? ¿Cómo impacta esto en el tablero internacional? A continuación, algunas claves para entender lo que pasó y pensar lo que vendrá.
1 – El resurgimiento de la diplomacia
Si Kim Jong-un efectivamente destruye su arsenal nuclear, la diplomacia internacional se anotará un triunfo. No se ha disparado un solo misil: el líder norcoreano llega a esta decisión luego de las numerosas y reiteradas sanciones económicas impuestas por la ONU y por la labor de los negociados de cada una de las partes.
2 – La desnuclearización de Corea del Norte
El compromiso tomado por las dos Coreas tiene su implicancia más relevante sobre solo una de ellas. Corea del Sur no posee armamento nuclear, por lo que la desnuclearización de la península significa que Corea del Norte destruirá todo su arsenal nuclear.
3 – El triunfo de Kim Jong-un
No solo no se amilanó frente a la llegada de un explosivo Trump al poder sino que dobló la apuesta: contestó cada una de sus amenazas y profundizó sus pruebas nucleares. Ahora festeja: la cumbre con Moon Jae-in le garantiza lo que más le interesa: la supervivencia de la dinastía Kim. Para eso le sirve tener capacidad nuclear, a la que parece difícil que renuncie fácilmente.
4 – Punto para Trump
El accionar del presidente estadounidense es clave para propiciar el desarme del líder norcoreano, el acercamiento de las dos Coreas y la desaparición de la amenaza norcoreana. En su permanente lucha con Vladimir Putin por el liderazgo internacional, importante punto para Trump. Podrá pasearse por el mundo diciendo bien es un que acabó con la amenaza norcoreana”.
5 – “America first”, también en política internacional
Trump no logrará acabar con el régimen dictatorial de Kim, seriamente comprometido con la violación de derechos humanos. Solo un ataque de consecuencias imprevisibles le habría dado ese resultado. Una nueva evidencia de que Estados Unidos prioriza sus intereses y de que Trump actúa en política exterior pensando en la política local.
6 – Kim Jong-un se retira de la escena internacional
Con la decisión de restablecer relaciones con su vecino del sur, Kim Jong-un privilegia la supervivencia de su régimen local por sobre el protagonismo internacional. A nivel político, la incidencia de su figura en el escenario internacional es prácticamente nula, por lo que inmiscuirse en un terreno que no le es familiar hubiese tenido más chances de garantizar el final de su régimen que el éxito en el plano internacional.
7 – Aún reina la incertidumbre
No está claro cómo Kim Jong-un procederá a destruir su arsenal nuclear. Probablemente la reunión con Trump de las próximas semanas aporte algo de luz sobre este tema. ¿Qué pasará con las sanciones económicas que pesan sobre Corea del norte? ¿Cómo jugará China, socio histórico de Corea del Norte, en esta cuestión? En una situación tan delicada, todo lo que no es certeza es una opción para que el trabajo hecho por la diplomacia se eche a perder.