El COVID-19 nos mostró imágenes jamás vistas: la plaza de San Pedro vacía, la Torre Eiffel sin gente, las playas radiantes pero sin gente, los museos esperando visitas que no llegarán, y la enumeración podría seguir.
El impacto del coronavirus en la economía mundial es incalculable. Lo único que sabemos hasta hoy es que con cada día que pasa, las millonarias pérdidas se acrecientan. En este contexto, quizá uno de los sectores más afectados sea el turismo: hoy, por la cuarentena casi generalizada en el mundo, y pasada la pandemia, porque es probable que las restricciones a la circulación entre países sean las últimas en levantarse. Por ende, los países que tienen a esta actividad como una de sus principales fuentes de ingresos pueden verse aún más afectados que la media.
Por tomar algunos ejemplos, la caída en el sector turístico de México se estima entre un 50 y 80 % este año, generando un descenso del PBI nacional que podría llegar al 5%. Cruzando el océano, Amsterdam presenta canales y restoranes completamente vacíos, lo que impacta de manera dramática en las arcas del gobierno local, pero más especialmente de los comerciantes de la ciudad, acostumbrados a una actividad turística permanente. Italia es quizá uno de los ejemplos más concretos: la región norte, la más afectada del país y una de las más afectadas de Europa por la pandemia, es al mismo tiempo una de las zonas más turísticas del mundo: Roma, Milano, Venecia son de las ciudades más visitadas del planeta, haciendo del turismo una actividad fundamental a nivel local pero también de gran impacto en el PBI nacional. La lista de atracciones cerradas y países afectados llevaría varios párrafos más.
¿Cuándo volverá todo a la normalidad? No lo sabemos. Lo que sí está claro es que para el turismo será después que para la amplia mayoría de las actividades, y que la economía de los países sufrirá la caída del turismo como nunca antes.
Con información de: DW.