Creado en 1914, el Canal de Panamá es un paso clave para el 6% del comercio mundial: cada año, más de 12.000 barcos lo atraviesan para conectar a todo el mundo. Sin embargo, la Autoridad del Canal (ACP) disparó el alerta, avisando que la escasez de precipitaciones y la evaporación de sus afluentes están poniendo en riesgo al canal.
La misma ACP señaló que en 2019 las lluvias se redujeron un 20%. «Tuvimos un año extremadamente seco y esto nos llevó a implementar varias medidas para garantizar la conservación del recurso hídrico», explica a BBC Mundo Carlos A. Vargas, vicepresidente de Agua y Ambiente del Canal de Panamá.
«El año estuvo entre los más secos que ha tenido Panamá, tuvimos un El Niño fuerte y se registró también un aumento de las temperaturas y una variabilidad de las precipitaciones», comentó el hidrólogo Cárdenas Castillero. Luego, completó señalando que otro de los problemas a analizar es la evaporación de los cuerpos de agua que alimentan la vía acuática. El nivel de temperatura en el área de la cuenca hidrográfica del Canal aumentó entre 0,5ºC y 1,5ºC, lo que elevó en un 10% los niveles de evaporación del Gatún y del lago Alhajuela, otra represa construida en 1935 también para ayudar al paso de los barcos.