
El primer presidente negro de la historia de Estados Unidos, o el presidente que se involucró como nunca otro antes en una elección y perdió. El presidente que implementó un sistema de salud universal que alcanzó a 20 millones de personas, o el presidente que malgastó los impuestos de las clases más acomodadas para brindar salud a 20 millones de estadounidenses postergados. El presidente Nobel de la Paz, o el presidente que protagonizó la mayor escalada de tensión entre Estados Unidos y Rusia desde el final de la Guerra Fría. De los ocho años de Obama como inquilino de la casa Blanca pueden decirse muchas cosas, todas ciertas, positivas o negativas dependiendo de quién las diga. A continuación, un repaso sobre los principales hitos de su gestión a nivel doméstico, en política internacional y en su relación con Argentina.
El legado Obama I: una ciudadanía a la que no logró convencer
El legado Obama II: un mundo aún más complejo que el que recibió
El legado Obama III: para Argentina, lo que podría haber sido y no será
¿Fue Obama demasiado ambicioso y le faltó más pragmatismo? Pocos dudarán del éxito de Obama en la implementación del Estados Unidos que él quería fronteras adentro y afuera. Pero al ver que ante su salida todos esos éxitos empiezan a desvanecerse, es inevitable pensar que no habían sido tales. El solo hecho de haber jugado fuertemente por el triunfo de su candidata y que ésta haya perdido la elección habla de que Obama no logró convencer a su población de que su modelo es lo mejor para Estados Unidos. El fracaso de los éxitos de Obama deja un sinsabor para quienes vieron en él a una figura de relevancia mundial que luchó por la igualdad a nivel interno y por la paz en el frente externo. Obama será recordado como el presidente de Estados Unidos que buscó cambiar a su país y al mundo, y no lo logró.