La desesperante situación en Yemen, Somalia, Nigeria y Sudan del Sur ha llevado a la ONU a afirmar que el mundo atraviesa hoy la crisis humanitaria más grave desde 1945. Los conflictos étnicos-religiosos en África y la presencia del terrorismo islámico se suman a la sequía, la hambruna y enfermedades de fácil transmisión para hacer que decenas de miles de personas mueran y más de 20 millones se encuentren hoy al borde de la hambruna y la muerte.
«Sin un esfuerzo global colectivo y coordinado, la gente simplemente morirá de hambre», afirmó Stephen O’Brien, jefe humanitario de la ONU. Según él, solo con el esfuerzo mancomunado de la comunidad internacional y el aporte de 4400 millones de dólares estos 20 millones de personas tienen la chance de evitar la muerte.