Semana de cambios en la conducción de dos países africanos. En Sudáfrica, luego de meses de negociaciones y de varias mociones fallidas para que dejara el cargo como consecuencia de las innumerables denuncias por corrupción, Jacob Zuma presentó su renuncia como presidente del país. Su partido, el Congreso Nacional Africano (ANC), partido fundado por Nelson Mandela, lo obligó a renunciar y dejó de lado a su esposa como posible sucesora. El Parlamento local ya designó a Cyril Ramaphosa, vicepresidente de Zuma y nuevo líder del ANC, como nuevo presidente.
Por otro lado, en Etiopía, el primer ministro Hailemariam Desalegn presentó su renuncia, en un aparente gesto por facilitar las cosas “para llevar a cabo reformas que llevarían a una democracia y una paz sostenibles», según él mismo afirmó. En los últimos años cientos de personas perdieron la vida en diversas manifestaciones y protestas contra los abusos y las restricciones políticas en el país, y en rechazo a la etnia tigray, una minoría que controla los espacios de mayor poder político, económico y militar de Etiopía. Desalegn seguirá en funciones hasta que el Parlamento designe a su sucesor.
Con información de: El Mundo / DW.