En medio de una crisis política y económica muy profunda, que incluye una escalada en la violencia represiva contra los opositores, una altísima inflación y el desabastecimiento de productos básicos, ahora en Venezuela comienza a escasear uno de sus productos básicos: la gasolina.
En su defensa, el ministro de Energía y Petróleo, Eulogio del Pino, sólo reconoció problemas en el suministro de nafta en la isla de Margarita (Caribe nororiental) y culpó por la situación a las sanciones financieras de Estados Unidos. Pero los reportes indican que hay largas colas en las gasolineras de las grandes ciudades también.
“Los pagos se hacen efectivos tres o cuatro días después de la orden porque las oficinas fiscalizadoras se demoran chequeando la procedencia del dinero”, explicó del Pino. “Los buques permanecen fondeados en nuestras costas por el retraso en el pago del flete”, dijo tratando de buscar un argumento creíble.
Sin embargo, los medios internacionales atribuyeron los problemas en el suministro principalmente a los problemas económicos de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). Según se informó, los buques tanqueros fondeados frente a las costas venezolanas fueron desviados a otros destinos porque PDVSA no puede pagar los cargamentos.