El gobierno de Donald Trump está considerando cerrar la recientemente reabierta Embajada de Estados Unidos en La Habana, luego de una serie de incidentes inexplicables que dañaron la salud de los diplomáticos estadounidenses en Cuba como consecuencia de un supuesto “ataque sónico”.
“Lo tenemos bajo evaluación”, dijo ayer el Secretario de Estado Rex Tillerson. “El daño que han sufrido ciertas personas es muy serio. Hemos debido llevar a algunas de esas personas a casa”, agregó, anticipando una gran respuesta diplomática
Esta situación compromete el histórico reinicio de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba en 2015, cuando los dos antiguos enemigos reabrieron embajadas en Washington y La Habana después de medio siglo de distanciamiento.
De las 21 víctimas estadounidenses confirmadas -entre diplomáticos y sus familias- algunos tienen pérdida permanente de la audición o conmociones cerebrales, mientras que otros sufrieron náuseas, dolor de cabeza y oídos.
Algunas víctimas sintieron vibraciones o escucharon sonidos fuertes sólo en partes de la embajada. Otros no escucharon nada, pero más tarde desarrollaron síntomas.