Luego de casi 15 horas de debate y de volver del abismo en varias oportunidades, la Unión Europea logró llegar a un tibio acuerdo que propone poner en práctica algunas acciones que buscan comenzar a solucionar el gran problema que por estos tiempos tiene el bloque: la inmigración.
Entre dichas acciones, se estableció la creación de «centros controlados» para el desembarque de inmigrantes, donde se filtrará a aquellos que deben ser asilados, para luego reubicarlos en aquellos estados miembro que voluntariamente estén dispuestos a recibirlos. Además, también se explorará la creación de plataformas de desembarco de inmigrantes en el Mediterráneo Sur.
Según establece el texto final de la cumbre, «a la luz del reciente incremento de flujos de inmigración en el Mediterráneo Occidental, la UE apoyará financieramente y por otras fórmulas, todos los esfuerzos de los Estados Miembros, y los de los países de origen y tránsito, para impedir la inmigración ilegal».
Más allá de las medidas adoptadas por esta cumbre, el mayor logro de Merkel pudo haber sido que Italia, con su nuevo primer ministro, Giuseppe Conte, no quedara al margen del acuerdo, tras las constantes amenazas de boicot que el propio mandatario italiano realizó durante la cumbre si es que Italia salía perjudicada.
Con información de: BBC Mundo.