El gobierno de Irán va a reactivar su instalación de centrifugadoras para acelerar el enriquecimiento de uranio. Así se lo ordenó su presidente, Hasan Rohani, a los responsables del programa atómico. Se trata del tercer paso adoptado por la República Islámica desde que en mayo decidió responder al abandono del pacto por parte de EE UU un año antes.
Rápidamente, la Unión Europea urgió a Irán a «dar marcha atrás» a su intención de levantar todos los límites en la investigación y el desarrollo del sector nuclear, un nuevo paso que viola en parte sus compromisos adoptados en 2015. «Esas actividades (…) son inconsistentes» con el pacto nuclear, por lo que «instamos a Irán a dar marcha atrás y abstenerse de adoptar nuevas medidas que socaven el acuerdo nuclear», dijo el vocero de la UE.
Mañana se cumple el segundo plazo de 60 días con el que Irán trata de presionar a los restantes firmantes del acuerdo nuclear (además de EE UU, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania) para que adopten medidas que le permitan vender petróleo, su principal fuente de ingresos. En mayo había anunciado que iba a dejar de cumplir sus compromisos nucleares de forma progresiva. En julio superó tanto las reservas de uranio enriquecido (300 kilos) como el grado de pureza al que puede mantenerlo (3,67 %) que le permite el acuerdo.
Recordemos que cuando se firmó el Acuerdo con las potencias, Teherán se comprometió a limitar su programa atómico a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales que estrangulaban su economía. Pero desde la retirada unilateral de Washington en mayo de 2018, la reactivación de las sanciones económicas ha hecho caer las exportaciones iraníes de crudo en un 80%.
-Desde que se retiró EEUU, los europeos están tratando de salvar el Acuerdo. Por un lado buscan que Trump se flexibilice y por el otro que Irán no avance con sus incumplimientos. Pero parece que los esfuerzos, sobre todo del presidente francés Macron, no alcanzan, ni los diplomáticos ni los económicos. Hace una semana, durante la reunión del G7, el francés hizo todo lo que pudo para facilitar una futura cumbre entre Trump y Rohani. A pesar de que parecía posible, en las últimas horas esa posibilidad se ha enfriado.
Por el lado económico, y también intentando frenar a los iraníes en sus intentos de restablecer su programa nuclear, Francia ofreció una línea de crédito de 15.000 millones de dólares hasta fin de año a cambio de que vuelva a cumplir sus compromisos. Esto también fue rechazado, a pesar que el Gobierno iraní, enfrenta a la peor recesión desde hace tres década.
En medio de esta delicada situación, el primer ministro israelí, Bibi Netanyahu aprovecha para profundizar su campaña diplomática contra Irán. Eso intentó hoy cuando se reunión con su par británico, Boris Johnson, en Londres. Pero no le fue fácil. Si bien al comenzar, Netanyahu indicó que tenía la intención de hablar sobre los «desafíos de seguridad con Irán», Johnson señaló que su interés radicaba en conversar sobre «la solución de dos Estados».
«Tenemos desafíos de seguridad con Irán y quiero hablar con usted al respecto», expresó Netanyahu, y el británico indicó que tenía la intención de dialogar «acerca de la solución de dos Estados». «Hablaremos de eso también», respondió el israelí. Al finalizar el encuentro, Bibi destacó la reunión y agradeció el apoyo de Johnson a Israel, haciendo hincapié en su conversación sobre Irán.
Bibi está convencido que es tiempo de aumentar la presión sobre Irán, y que no hay espacio para el dialogo. Por eso insta, cada vez que puede, a las potencias mundiales a no abrir un diálogo con Irán. En este sentido, esta decisión iraní le puede llegar a servir para que Trump se arrepienta de haber dicho la semana pasada que estaría dispuesto a reunirse con su Rohani para resolver la crisis sobre el programa nuclear de Teherán y las sanciones contra ese país.