Las sospechas de la policía londinense minutos después de registrarse el atentado en el que fallecieron cuatro personas y otras siete recibieron heridas de suma gravedad, se confirmaron. ISIS confirmó que el atacante era “un soldado del califato”.
La lógica del terrorismo islámico parece estar mutando. La creciente debilidad de Estado Islámico producto de sucesivas derrotas en Medio Oriente parece estar reflejándose en la modalidad que utilizan para producir atentados. Los grandes despliegues controlados por las autoridades del movimiento parecen estar dejando lugar a episodios aislados, más modestos en su producción, protagonizados por seguidores “sueltos”. Esto es un grave problema para Occidente, ya que si bien las consecuencias de estos episodios aislados son menores, es mucho más difícil identificar estos casos para actuar de manera preventiva.