La fiscalía de Catania solicitó este martes la incautación del Aquarius ─el buque de Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterránée utilizado para rescatar inmigrantes en el mar Mediterráneo y el último de una ONG que quedaba en la zona─ e investiga a 24 personas, la mayoría personal de MSF, por un supuesto tratamiento ilegal de residuos considerados peligrosos.
Se trata de una nueva embestida de las autoridades italianas contra quienes ayudan a los solicitantes de asilo provenientes, en general, del norte de África y Oriente Medio. La organización humanitaria calificó la decisión del fiscal como un “ataque preocupante e instrumental para bloquear el salvamento de vidas en el mar”.
La fiscalía acusa a los responsables del Aquaris de no haber clasificado y separado los residuos normales de los “peligrosos” durante las escalas técnicas y los desembarcos en varios puertos italianos. Se trata de supuesto material sanitario, ropa “contaminada” que vestían los inmigrantes rescatados, restos de alimentos y otros residuos con potencialmente infecciosos.
Con información de: El País (España) / BBC.