El primer ministro de Canadá hizo una visita sorpresa a Ucrania. Recorrió Irpin y luego se dirigió a la capital, donde se reunió con el presidente Zelenski. Su agenda estipulaba que participaría de manera virtual de un encuentro con los demás líderes del G-7.
Luego de la reunión, Trudeau y Zelenski participaron de una conferencia de prensa. Allí, el jefe de Gobierno canadiense aseguró que continuará ofreciendo apoyo militar al país invadido. Asimismo, sostuvo que Vladimir Putin carga con la responsabilidad de los crímenes de guerra cometidos por las tropas rusas. Trudeau viajó acompañado de Chrystia Freeland, viceprimera ministra y ministra de Finanzas, y Mélanie Joly, ministra de Asuntos Exteriores.
Además del encuentro de alto nivel, el Premier anunció la reapertura de la embajada de Canadá en Kiev, hecho que consumó con el izamiento de la bandera nacional. No obstante, funcionarios del cuerpo diplomático subrayaron que la reanudación de las operaciones será gradual. Desde mediados de febrero el personal diplomático canadiense se había relocalizado en la ciudad de Lviv.
Canadá es, después de Rusia, el país con la mayor diáspora de ucranianos. Casi 1.4 millones de personas se identificaron de origen ucraniano en el último censo. El Gobierno encabezado por Trudeau ha sido constante en sus señales de apoyo a Kiev desde el inicio de la invasión rusa. Se han enviado cargamentos de ayuda humanitaria y de armamento a la vez que se adoptaron diversas sanciones económicas contra Moscú.
Trudeau se une al grupo de figuras políticas que han visitado Ucrania desde el comienzo de la guerra que incluye a António Guterres, Ursula von der Leyen, Boris Johnson y Jill Biden. Distintos íconos culturales también viajaron a Ucrania, como Bono y The Edge, de U2, quienes dieron un concierto en el subterráneo de Kiev.