Michelle Bachelet, actual alta comisionada para los Derechos Humanos, lideró una investigación sobre el conflicto en Etiopía. Las conclusiones del órgano dependiente de Naciones Unidas atribuyen la responsabilidad de los crímenes de guerra cometidos a todas las partes involucradas en el enfrentamiento armado iniciado hace un año en el país africano.
Durante la presentación del informe elaborado en conjunto con la Comisión Etíope de Derechos Humanos, Bachelet remarcó que todas las partes han cometido crímenes de guerra y contra la humanidad en diversos grados. A su vez, planteó que el reporte incluye detalles de los hechos. De este modo, se abre la posibilidad para que se lleve adelante un proceso judicial a nivel internacional.
La investigación abarca los hechos cometidos desde el 3 de noviembre de 2020, fecha en la que se desató el conflicto en la región de Tigray. El período analizado culmina a finales de junio de 2021, en coincidencia con la declaración del alto al fuego por parte del Gobierno etíope. Sin embargo, el cese de hostilidades declarado de forma unilateral sólo tuvo un impacto relativo ya que las violaciones a los derechos humanos no han cesado.
El conflicto enfrenta a las Fuerzas Nacionales de Defensa, las Fuerzas Armadas de Eritrea, las Fuerzas Especiales de la región de Amhara y a un número de milicias afines con las Fuerzas Especiales de Tigray y sus aliados. Los crímenes cometidos abarcan masacres de miembros de la etnia amhara y de etíopes oriundos de la región tigriña, torturas, detenciones, saqueos, violencia sexual, violaciones, desplazamientos forzados de civiles, asesinatos y ejecuciones extrajudiciales.