La Reserva Federal de EE. UU. aumentó las tasas de interés por cuarta vez este año a entre 2,25% y 2,50%, desafiando la presión del presidente Donald Trump, que se oponía a la medida por aumentar el costo de los préstamos e impactar en la financiación. A su vez, esta política encarece las deudas de las empresas y los costos de los créditos a los países emergentes.
En consecuencia, la Bolsa estadounidense operó a la baja y el dólar se fortaleció, pero la FED de todos modos aclaró que pronto podrían detener su campaña de ajuste. En ese sentido, se recortará el número de aumentos previstos en 2019 de dos a tres. La expectativa de un desaceleramiento de la economía global para el próximo año es cada vez más fuerte.
En EE.UU. los operadores entienden que también está finalizando el efecto estimulante de la reforma impositiva impulsada por Trump y el aumento del gasto público de su Gobierno. También se notará un parate en Asia, donde China puede sufrir una baja de hasta un punto en su tasa de crecimiento.
Con información de: CNBC.