El encuentro volvió a ocurrir cerca de la frontera entre Ucrania y Bielorrusia. Los representantes de Kiev y Moscú no lograron acordar un cese total de las hostilidades. No obstante, pactaron abrir un corredor humanitario para la salida de civiles con la posibilidad de establecer un posible alto el fuego durante las evacuaciones. Se espera que la semana que viene vuelvan a sentarse en una mesa de diálogo.
Las negociaciones se realizaron en la región de Gómel, en Bielorrusia, con la mediación del régimen de Alexsandr Lukashenko. Sin embargo, ni siquiera durante la duración del encuentro cesaron los ataques rusos contra las principales ciudades de Ucrania. El Ejército que responde al Kremlin ha incrementado la intensidad de su ofensiva contra Kiev y Járkov con bombardeos a zonas residenciales e infraestructuras civiles. El Gobierno de Volodimir Zelenski ha instado a Moscú a poner un freno a los ataques y retomar el diálogo.
En los ocho días que lleva la invasión rusa, las tropas de Vladimir Putin no han logrado alcanzar sus objetivos en los plazos esperados. A pesar de ello, no parece haber indicios de que las sanciones económicas que pesan sobre Rusia vayan a empujar al país euroasiático a acordar un cese al fuego o desistir en su objetivo de forzar la renuncia de Zelenski.
Kiev ha denunciado crímenes de guerra por parte de las tropas rusas ante la Corte Penal Internacional. El presidente ucraniano subrayó, en reiteradas ocasiones, el asedio al que se enfrentan las ciudades y habitantes ucranianos. Al mismo tiempo dejó en claro que la resistencia no claudicará.