El presidente francés, Emmanuel Macron, regresó rápidamente a su país luego de participar de la Cumbre de Líderes del G20. Las violentas manifestaciones que tuvieron lugar en Paris el último sábado, donde los disidentes quemaron coches y destruyeron locales comerciales en las inmediaciones del Arco del Triunfo, lo habían obligado a improvisar una conferencia de prensa en Buenos Aires, donde aseguró que “los que destrozaron Paris quieren el caos”.
Ya en Paris, Macron y su gabinete confirmaron que no destacaron decretar el estado de emergencia, para evitar que este tipo de manifestaciones se repitan, como lo vienen haciendo durante los últimos sábados. No obstante, nada se dijo sobre el futuro de la medida que disparó las protestas: el aumento del precio del combustible a partir de enero.
La protesta de los «chalecos amarillos», como se hacen llamar los manifestantes, ayer dejó 412 detenciones a nivel nacional y 133 heridos.
Con información de: Europe 1 / DW.