Un día después de que la primera ministra británica May anunciara haber pactado un borrador de acuerdo para la salida del bloque europeo, la “premier” tuvo que enfrentar este jueves las renuncias del ministro para el Brexit, Dominic Raab, la ministra de Trabajo y Pensiones Esther McVey y el secretario de Estado para Irlanda del Norte, Shailesh Vara.
El texto dice que el Reino Unido se retiraría de la UE el 29 de marzo (dando inicio a un periodo de transición de 21 meses para negociar el acuerdo definitivo). Los ciudadanos europeos que lleguen al Reino antes de diciembre de 2020, podrán quedarse y, si permanecen cinco años, podrán seguir haciéndolo permanentemente. Las mismas reglas se aplicarán para los británicos en la UE.
Para evitar una frontera “dura” entre Irlanda del Norte (que forma parte de Reino Unido) y la República de Irlanda, todo el Reino permanecerá dentro de “un territorio de aduanas único”. Así, no habría tarifas aduaneras entre Londres y la UE. Pero los británicos no podrán imponerle tasas a las importaciones de países extracomunitarios más caras que las que la UE les cobra.
A todo esto se suma el “acuerdo financiero” por el que los británicos deberán pagar el equivalente a una cifra entre US$39.000 y los US$44.000 millones por obligaciones contraídas antes de la salida del bloque. La falta de consenso sobre estas medidas pone en peligro el liderazgo y el puesto de May al frente del Reino.
Con información de: La Vanguardia / BBC Mundo.