Con un 79% de votos positivos la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la resolución por medio de la cual queda suspendida la participación de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos. La decisión responde a las graves y sistemáticas violaciones y abusos cometidos en Ucrania. La sesión extraordinaria se celebró en Nueva York y del total de 193 Estados miembros votaron 176.
La propuesta fue presentada por Linda Thomas-Greenfield, la embajadora estadounidense ante la organización. Esta resolución supone otro golpe diplomático y de reputación para Rusia. Actualmente, Moscú cumplía su segundo año de los tres que establece la normativa para los miembros rotativos del Consejo. Aprobada la resolución, la delegación rusa presentó su dimisión del órgano multilateral y denunció que la expulsión es ilegítima.
Solo hay un precedente de la medida adoptada esta semana que se remonta a 2011. En ese año, Libia fue suspendida ante las evidencias de la represión contra manifestantes por parte de las fuerzas que respondían al presidente Muamar el Gadafi. El Consejo, con sede en Ginebra e integrado por 47 Estados, no está facultado para tomar decisiones vinculantes. De este modo, su labor consiste principalmente en impulsar investigaciones.
China, Corea del Norte, Cuba, Irán, Kazajistán, Siria y Venezuela expresaron su oposición a la decisión. Todos ellos justificaron su voto negativo apoyándose en los argumentos de la ausencia de una investigación independiente sobre el accionar militar, la inacción de las Naciones Unidas en casos anteriores de las mismas características, y los efectos de una decisión tal sobre las negociaciones vigentes. Entre las 58 abstenciones se incluyen las de Egipto, México, Brasil y Sudáfrica.