Por Zoom Internacional
Hoy se cumple un año de que Vladimir Putin ejecutó la invasión a Ucrania. Un año de que el mundo cambió. En estos 365 días, el conflicto pasó por diversas etapas. Sin embargo, el denominador común a lo largo de este año siempre fue la dificultad para encontrar una solución.
Lejos de acercarnos a una solución pacífica, ambas partes, la agresora y la agredida, mantienen firmes posturas que alimentan el conflicto a diario. Por un lado, Putin acaba de anunciar al mundo que “Rusia debe estar preparada para realizar ensayos nucleares”. Por el otro, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski dejó en claro que “no hay alternativa a la victoria ucraniana”.
A un año del conflicto, a continuación, repasamos los principales números que nos deja, hasta hoy, la página más oscura de la geopolítica en las últimas décadas.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) informó que 21.293 civiles han sido víctima del conflicto bélico. De ellos, 8.006 fallecieron y 13.287 resultaron heridos.
Una de las mayores consecuencias que ha generado el enfrentamiento es el masivo éxodo del pueblo ucraniano a otros países, especialmente de Europa. Se estima que 14 millones de ucranianos dejaron su hogar, de los cuales 8 millones dejaron el país.
En cuanto a bajas militares, las estimaciones no son muy precisas, ya que dependen de lo informado por ambos gobiernos, que lógicamente intentan subestimar la cantidad de tropas caídas en combate. Sin embargo, se estima que alrededor de 300.000 militares, entre puestos jerárquicos y soldados, fallecieron en combate. Se calcula que la proporción es bastante pareja entre ambos países.
Por último, en cuanto a costos económicos, se estima que la reconstrucción de Ucrania demandará 350.000 millones de dólares, de los cuales casi 140.000 deberán destinarse a la reconstrucción de infraestructura, destruida por los bombardeos. Por último, se calcula que Estados Unidos y la Unión Europea contribuyeron con 135.000 millones de dólares con Ucrania durante todo el conflicto.
Lamentablemente, nada hace pensar que estos números no aumentarán. Por el contrario, es esperable que las muertes aumenten, que los desterrados no puedan volver y que la ayuda económica del resto del mundo con Ucrania deba acrecentarse.