La tensión es mayúscula y seguramente seguirá creciendo con el correr de las horas. El ataque con gas nervioso al exespía ruso Sergei Skripal y su hija, perpetrado en Salisbury a principios de mes. derivó en un conflicto diplomático que muestra a las claras la división entre dos bandos: Estados Unidos y la Unión Europea por un lado, y Rusia por el otro.
En las últimas horas, se generó una lluvia de expulsiones ordenadas por países del bloque de los 28 contra diplomáticos rusos. Alemania, Francia, Polonia, Italia, Países Bajos, Lituania, Letonia, Estonia, Finlandia, Rumanía, Croacia, Suecia, República Checa y Dinamarca, entre otros, tomaron la medida, en apoyo a Reino Unido. Lo mismo sucedió del otro lado del Atlántico, donde Donald Trump decidió la salida de 60 funcionarios.
Se espera ahora la respuesta por parte de Rusia. Por el momento, el viceministro de Asuntos Exteriores, Sergei Riabkov, aseguró que «la decisión de las autoridades estadounidenses sobre nuestras representaciones diplomáticas no se quedará sin medidas de respuesta severas». Putin y todo su gobierno califican de infundadas las acusaciones sobre su participación en el ataque a Skripal y su hija, y por ende se muestran sorprendidos por la severidad de la medida adoptada por el bloque occidental.
Con información de: BBC / Sputnik.