El presidente ruso justificó la ofensiva militar sobre Ucrania y denunció que las acusaciones sobre las matanzas son tan falsas como las que lo asociaban a la utilización de armas químicas en Siria. Además, el mandatario confirmó que su objetivo es controlar la región del Donbás, al este del país europeo, para ayudar a los separatistas prorrusos. Actualmente, los ataques rusos se concentran en esa zona.
Putin visitó la base espacial Vostochni, en la provincia rusa de Amu, acompañado de Aleksandr Lukashenko. Fue durante esta recorrida que el presidente ruso desestimó las acusaciones de crímenes de guerra y aseguró que las imágenes de Bucha son falsas. Asimismo, el jefe del Kremlin subrayó que la operación militar especial de las fuerzas rusas tiene objetivos claros y nobles que se limitan a ofrecer ayuda a las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
De este modo, la ofensiva en el este de Ucrania no cesará hasta que Rusia logre unir la anexionada Crimea con la región del Donbás. Para ello, primero deberá tomar el control de la ciudad de Mariupol. Luego de semanas de asedio, la destrucción en esta ciudad es total. Las autoridades ucranianas estiman que alrededor de 21.000 personas han fallecido allí. Mariupol no solo permitirá a Moscú consolidar el territorio bajo su control sino que también tendrá acceso al puerto más importante de Ucrania a orillas del mar de Azov.
En una rueda de prensa posterior, el presidente ruso reiteró sus argumentos presentados en Vostochni y se refirió a las sanciones impuestas por Occidente. Putin advirtió que Rusia no quedará aislada del resto del mundo. Para el mandatario, la situación en Ucrania constituye el fin del mundo unipolar encabezado por Estados Unidos. En este sentido, acusó a Estados Unidos de utilizar al pueblo ucraniano para pelear contra Rusia.