Rusia aprobó una polémica norma que castiga con hasta 15 años de cárcel a quienes critiquen a los grupos armados o difundan «información falsa” sobre los «voluntarios” que participan en la invasión militar a Ucrania.
La normativa también establece penas de hasta 7 años de prisión para quienes dañen la reputación de cualquiera de los participantes rusos en la cruzada contra Ucrania. De esta manera, la norma protege a los miembros de las fuerzas armadas, cualquiera sea su jerarquía, como así también a mercenarios, como los del grupo Wagner.
El presidente de la Duma, el poder legislativo ruso, Vyacheslav Volodin, afirmó que desde la sanción de la norma, «(la) gente que arriesga su vida para mantener a nuestro país y nuestros ciudadanos seguros están protegidos de provocaciones y mentiras».
Las penas de cárcel son acompañadas por multas económicas. Los condenados a 15 años deberán pagar 62.000 euros, y quienes difundan información falsa o maliciosa, 620 euros.
La ley presenta algunas contradicciones. La primera, es el reconocimiento ambiguo que Rusia le da al grupo Wagner. Por esta ley, lo protege. Sin embargo, la ley rusa impide la creación de grupo paramilitares. Es decir, con esta ley, Rusia protege a grupos creados de manera ilegal.
El otro problema que presenta la ley, muy menor para Putin, es de sentido común: la violación del derecho a la libertad de expresión. Los críticos de Putin ven a esta ley como una reacción autoritaria en un clima de creciente descrédito de la invasión a Ucrania en la sociedad rusa.